François Simard, secretario del Comité Directivo de la Misión en el Océano Índico, nos pone al día sobre las cuestiones de gobernanza en torno al banco Saya de Malha.
La Zona Económica Exclusiva, el Derecho del Mar, la gestión conjunta, etc. brindan la oportunidad de ver las cosas un poco más claras y de apreciar la importancia que los resultados de las investigaciones científicas realizadas durante esta misión podrían tener para la toma de decisiones en el futuro.
Los retos de gobernar Saya de Malha
Este inmenso banco, situado a más de 300 km de la primera tierra sumergida y del tamaño de Suiza, está sometido a una forma de gobernanza única, resultado de la complejidad del Derecho del Mar.
Situada fuera de las zonas económicas exclusivas (ZEE) de los países más próximos, que son las Seychelles al noroeste y Mauricio al sur, se encuentra por tanto en alta mar.
Sin embargo, Mauricio y las Seychelles, de acuerdo con la opción de que disponen en virtud del Derecho del Mar, han solicitado ampliar su plataforma continental legal para incluir la Saya de Malha.
A diferencia de otros países en situaciones similares, es decir, con una plataforma continental común, no han querido establecer una delimitación, sino que han declarado una plataforma continental ampliada conjunta.
Para gestionarla, han declarado una Zona de Gestión Conjunta (ZGC ) y han creado una Comisión de Gestión.
Pero la columna de agua, que no está incluida en el concepto de plataforma continental, ¡permanece en alta mar!
Por tanto, la Saya de Malha se encuentra bajo un estatus de gobernanza dual, con el lecho marino y sus recursos bajo la gobernanza conjunta de Mauricio y las Seychelles, y toda la columna de agua y sus recursos bajo el régimen de alta mar.
Cuando se trate de recursos potenciales de petróleo, gas y minerales, los dos países insulares tendrán que encontrar mecanismos de cooperación muy sólidos para acordar una visión común, definir una estrategia común, llevar a cabo juntos la exploración y explotación si es necesario, y compartir los beneficios.
En cuanto a la pesca del atún, la Comisión del Atún para el Océano Índico (CAOI) lleva el timón.
Esta organización regional de gestión pesquera (OROP), con sus 28 miembros y 30 años de experiencia, y de la que forman parte Mauricio y las Seychelles, seguirá siendo el órgano decisorio.
Para las pesquerías bentónicas, al igual que para el atún, existe una OROP dedicada a estas pesquerías para esta parte de alta mar, la APSOI (Acuerdo de Pesca del Océano Índico Meridional), creada en 2012, y que cuenta con 11 miembros, entre ellos las Seychelles y Mauricio.
Lógicamente, corresponde a la APSOI tomar decisiones sobre la gestión de la pesca de fondo en la Saya de Malha, pero como la JMA es responsable de la gestión de los recursos del fondo en la plataforma continental ampliada, cabe preguntarse cuál es el órgano de gobierno adecuado para los recursos vivos bentónicos de esta zona.
En el caso de los peces, lo lógico sería decir que no pertenecen a los recursos del fondo, ya que pueden alejarse de ellos, y por tanto que caen bajo la gobernanza de la APSOI.
Para otras especies, como los cohombros de mar, que son una de las especies que interesan a los pescadores de Seychelles, podría pensarse que corresponde a la Comisión JMA tomar decisiones sobre la gestión de este recurso.
También en este caso, los dos países implicados tendrán que ponerse de acuerdo y coordinarse para evitar cualquier tipo de conflicto.
Dicho esto, como cada una de estas estructuras de gobierno es bastante celosa de sus prerrogativas, ¡no es seguro que el reparto de responsabilidades sea tan fácil!
Por lo que respecta a la conservación de los lugares, y en particular a la creación de zonas marinas protegidas, cada uno de los actores puede hacer la declaración según sus propias competencias.
Pero si Mauricio y las Seychelles decidieran crear un área marina protegida en el fondo marino de Saya de Malha, es difícil ver cómo la APSOI podría ignorarlo, sobre todo teniendo en cuenta que ambos países son miembros.
El hecho es que las decisiones futuras tendrán que basarse en los mejores datos científicos disponibles.
A bordo del Agulhas II, la investigación abarcará tanto el lecho marino como la columna de agua, pero no la parte menos profunda, es decir, el subsuelo marino.
En su sabiduría, la dirección de la expedición ha decidido que toda la información recopilada durante esta campaña será pública(de libre acceso), de modo que las distintas partes interesadas, Seychelles, Mauricio, JM, CTOI o APSOI, tendrán acceso a ella y podrán utilizarla.
¡Y corresponderá a los dos países «ribereños» defender sus derechos en este mar de complicaciones internacionales!
François Simard
Secretario del Comité Directivo de la Misión del Océano Índico.
Anteriormente Directora Adjunta del Programa Marino y Polar de la UICN.