Didier es una de esas personas que transmiten conocimientos, explorando muchas facetas de su trabajo como mediador científico y cultural. El océano, el submarinismo y la biología marina, los acuarios y los museos, por los que siente pasión desde muy joven, siempre han estado en el centro de su trabajo, permitiéndole combinar experimentación, trabajo de campo, encuentros, intercambios y transmisión de conocimientos.
Para Didier, el mayor reto es inspirar y animar al mayor número posible de personas, sobre todo jóvenes, a preservar y gestionar los océanos de forma sostenible. Durante la expedición, él y los demás miembros del equipo de Exploraciones de Mónaco colaboraron estrechamente con los científicos a través de una plataforma web para revelar todas las dimensiones de esta operación a largo plazo.
A pesar de la distancia, las distintas personas implicadas en la misión pudieron hablar con su público a través de enlaces por satélite o durante las escalas, y mostrar su trabajo a bordo. Es a este mismo público, que espera que sea cada vez mayor, al que Didier dedicará gran parte de su tiempo a su regreso a tierra, siempre impulsado por esta pasión y este deseo de transmitir información.