A lo largo de su carrera, Gilles ha recorrido muchos mares.
Como hidrógrafo, pasó años descifrando las distancias y profundidades de este fascinante universo.
Su caja de herramientas incluía un círculo hidrográfico, un sextante, una calculadora de a bordo, una radio y un GPS, todo lo cual le permitía cartografiar las aguas que inspeccionaba.
Con el tiempo llegaría a la cumbre de esta ciencia, como Director de la Organización Hidrográfica Internacional. Hoy, sus inigualables dotes de planificación ayudan a marcar el rumbo de las Exploraciones de Mónaco.
Ya no hablamos de posiciones GPS, sino de guiar expediciones como la del Océano Índico, de la que fue jefe de misión.
Su papel clave será garantizar que las actividades de todos los implicados -científicas, de divulgación y de relaciones públicas- coexistan de la forma más eficaz posible.
Al fin y al cabo, el mundo abisal de las relaciones humanas puede ser tan abisal como el de los mares.
Así que es esencial que tengamos en cuenta las características únicas de cada proyecto para asegurarnos de que se complementan entre sí.
Rémi Leroy