19 de octubre de 2022
Llegada a Aldabra
Llegada de la S.A. Agulhas II a Aldabra
La S.A. Agulhas II llegó a Aldabra el miércoles 19 de octubre de 2022 hacia las 6.30 h, para cuatro intensos días de actividad.
Varios científicos desembarcaron por la mañana: el equipo de Madcaps encargado de estudiar los residuos plásticos, el equipo del Conservatorio de Coral de Didier Zoccola, el equipo del proyecto GECOS que estudia las tortugas marinas, el equipo de Sylvain Bonhommeau, que quiere cartografiar e inventariar las aguas poco profundas de ciertas partes del atolón, y el equipo de Heather Koldewey, centrado en el estudio de la biodiversidad del arrecife.
Nick d’Adamo, miembro del comité organizador de la misión, también desembarcó para probar el despliegue de dos boyas para estudiar las corrientes superficiales en uno de los pasos del atolón.
Imágenes de los preparativos para el desembarco en Aldabra
Biocomprobación
La víspera de la salida, se instaló un «Biocheck» en el auditorio del barco, realizado por estudiantes seychellenses autorizados por la Fundación de las Islas Seychelles para llevar a cabo esta operación.
Este control sanitario consiste en comprobar y desinfectar todo el material que los científicos llevan a tierra para evitar el riesgo de contaminación o de introducción de una especie extraña.
Detección de semillas, envasado de alimentos, comprobación y limpieza de contenedores…
Todo se pone bajo el microscopio, ¡incluso los zapatos de los científicos cuando se van!
Desinfección final del calzado antes de la salida. Aldabra. 19_10_2022©Didier Théron_MonacoExploraciones
Intensa actividad durante todo el día entre los distintos equipos que participan en las operaciones en el atolón.
Primeras imágenes de las maniobras
Entre las diversas operaciones realizadas, cabe destacar una primicia, iniciada por el equipo británico dirigido por Heather Koldewey, de la Sociedad Zoológica de Londres: la utilización de un ROV que, por primera vez en Aldabra, podrá descender hasta una profundidad de 700 metros.
Hasta ahora, las laderas del atolón sólo se habían explorado hasta una profundidad de 250 metros.
