El proyecto SPHYRNA opera desde dos drones oceánicos de 17 y 21 metros de eslora.
De Tolón a Génova, pasando por Córcega y las Baleares, estos buques laboratorio autónomos recogerán datos acústicos sin acercarse a los animales y, por tanto, sin molestarlos.
El objetivo es reconstruir la secuencia de inmersión en tres dimensiones y ver cómo se adaptan estas grandes sondas a la contaminación acústica provocada por las actividades humanas.